@nato.bus
Somos @nato.bus y llevamos unos años viajando por Europa en furgoneta camper. Este año, la pequeña Zoya se unió a nuestro equipo. Hemos pasado los últimos 7 meses en la costa portuguesa y en el norte de España, y después de esta prueba sabemos una cosa con certeza: ¡el portabebés es imprescindible si te vas de viaje!
Camina por terrenos irregulares
Nuestra hija nació en Portugal y en nuestros paseos diarios íbamos junto al mar. El coche de paseo (incluso el todoterreno) no podía con la naturaleza y las playas portuguesas, sobre todo en los acantilados, ¡donde las diferencias de altura son a veces de varias decenas de metros! La bandolera (aunque cómoda) ocupaba mucho espacio y no era tan rápida de poner.
La mochila porta bebé funcionó perfectamente. No hay mejor solución para un paseo por la playa o por los acantilados. E incluso si das un paseo por la ciudad... como suele ocurrir en el sur de Europa, las aceras son muy estrechas o inexistentes ;)
Como curiosidad, muchas madres en Portugal apenas utilizan coches de paseo porque caminar con ellos es muy limitado.
Viajar en autocaravana
Nada cuenta más en una autocaravana que el espacio. Nuestra casa sobre ruedas, aunque bastante espaciosa, sólo tiene 8 m2. Al hacer el equipaje, luchamos por cada centímetro. Y como todos los padres, ya sabemos que tener un bebé genera un poco más de cosas que llevar con nosotros ;) Para la mayoría de nuestros viajes, llevamos un portabebés en lugar de una silla de paseo. Además, nos resultó muy útil para las actividades cotidianas de la autocaravana -cocinar, limpiar-, metía a mi hija en el Tula y así nos movíamos por nuestro microhogar. También era perfecto para las siestas, que el bebé necesita más en los primeros meses de vida. Gracias al portabebés, la cama de la caravana podía permanecer plegada y Zoja podía echarse la siesta en el portabebés.
Visitas turísticas y recorridos por la ciudad
Otra situación en la que el portabebés ganó indiscutiblemente fue la visita a todo tipo de monumentos y ciudades. Manejar el coche de paseo en palacios, calles estrechas o mercados españoles era casi un deporte extremo... ;)
Según nuestra experiencia, sin duda era más fácil y cómodo llevar al bebé nosotros solos. Podíamos mirar por todos los rincones y el niño se sentía mucho más seguro acurrucado contra su madre.
Viajar en avión
Y por último, tuvimos que viajar en avión de España a Polonia. Después de tantos meses, nos habíamos acostumbrado tanto a utilizar un portabebés que ni siquiera llevé el coche de paseo y volé con el bebé sola.
Información práctica: hay que sacar al niño del portabebés durante los controles de seguridad y durante el despegue y el aterrizaje. Aparte de esos momentos, nos resultó mucho más cómodo movernos por el aeropuerto y el avión en tándem. :)
