Cómo calmar a tu bebé con cólicos

Es perfectamente normal que los recién nacidos lloren de vez en cuando, pero a veces, en los primeros meses, los bebés lloran con más frecuencia o intensidad, dejando a los padres preocupados. El término "cólico" se menciona a menudo en estas situaciones, pero ¿qué significa realmente? ¿Qué lo provoca y cómo se puede aliviar al bebé con métodos sencillos y eficaces? En este artículo, nos adentraremos en el concepto de cólico, sus causas y formas prácticas de ayudar a tu bebé a sentirse mejor.

¿Qué son los cólicos?

Según la definición de los expertos en pediatría, el cólico del lactante es el llanto excesivo e inexplicable de un bebé por lo demás sano. Esta definición de cólico del lactante se aplica cuando un bebé llora durante más de tres horas al día, al menos tres días a la semana, durante tres semanas o más. Este trastorno suele comenzar en torno a las 2-3 semanas de vida, alcanza su punto álgido a las seis semanas y suele desaparecer a los 3-4 meses.
El cólico es algo más que un llanto "normal". Es intenso, persistente y suele producirse a última hora de la tarde o por la noche. Aunque la causa exacta sigue siendo objeto de debate, las investigaciones sugieren varios factores contribuyentes:
- Sistemas digestivos inmaduros que luchan por procesar la leche o la fórmula
- Gases o hinchazón, que causan molestias abdominales
- Sobreestimulación del sistema nervioso en desarrollo del bebé.

Algunas estadísticas
- El cólico del lactante afecta a casi el 20% de los recién nacidos y lactantes.
- Curiosamente, los estudios demuestran que el cólico parece afectar por igual a niños y niñas y no se ha demostrado que exista ninguna relación entre los lactantes alimentados con leche artificial o con leche materna, el nacimiento antes o después de término, el nivel socioeconómico o el orden de nacimiento.

Síntomas de los cólicos: Cómo reconocer los signos

 Síntomas de los cólicos: Cómo reconocer los signos

Cómo calmar los cólicos del recién nacido

Aunque los cólicos pueden aislar a los padres, comprender su base médica puede ayudarles. También es importante tener en cuenta que el cólico suele ser una fase que se resuelve por sí sola, pero existen varias estrategias para calmar a tu pequeño y ayudarle a controlar los episodios de llanto:

1. Crear un entorno tranquilo
Minimiza la sobreestimulación atenuando las luces, reduciendo el ruido y creando un espacio tranquilo donde tu bebé pueda relajarse.

2. Envolver al bebé
Envolver a un bebé inquieto puede reconfortarlo imitando la comodidad del útero materno. Utiliza una manta ligera, ajustada pero no demasiado apretada. Envuélvelo siempre bajo la supervisión de los padres para evitar riesgos, tal y como aconsejan los expertos médicos.

Prueba el reconocido método de las "5 S" desarrollado por el Dr. Harvey Karp.*
- Envuelve a tu bebé.
- Colócalo de lado o boca abajo (bajo supervisión).
- Utiliza susurros.
- Ofrece un movimiento de balanceo, como mecerlo en tus brazos o en un columpio.
- Deja que chupe el chupete.

*Sin embargo, los expertos insisten en la importancia de asegurarse de que los bebés nunca quedan desatendidos mientras están envueltos, y en que la posición de lado/estómago solo debe utilizarse para estar cómodo, nunca para dormir, debido a los riesgos de SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante).

3. Utiliza ruido blanco
Las máquinas o aplicaciones de ruido blanco imitan los sonidos relajantes del útero, lo que puede ayudar a tu bebé a sentirse más tranquilo.

4. Considere métodos para aliviar los gases
Los masajes suaves en el vientre y los ejercicios de piernas en bicicleta pueden aliviar las molestias causadas por los gases o la hinchazón.

5. Confort a través del movimiento
Los bebés se sienten tranquilos con el movimiento rítmico, ya que les recuerda el confort que experimentaron en el vientre materno. Utilizar un fular portabebés Tula, un fular de anillas o un portabebés ergonómico puede facilitar que los padres lleven a su pequeño durante periodos más largos. Los portabebés permiten que el bebé permanezca cerca de ti, con el vientre pegado al tuyo, lo que puede proporcionarle la comodidad que necesita. Además, te da la libertad de moverte sin dejar de tranquilizar a tu bebé.

6. Mantén la calma y busca ayuda
Los bebés perciben el estrés, así que intenta mantener la calma en la medida de lo posible. No dudes en pedir ayuda a tu pareja, familia o amigos cuando te sientas abrumada.

7. Prueba distintas técnicas de alimentación
A veces, los bebés tragan aire mientras se alimentan, lo que puede incomodarles. Puedes intentar sostener a tu bebé en una posición más vertical o utilizar un biberón curvado, y asegúrate de hacerle eructar a menudo. Algunos biberones con bolsas plegables también pueden ayudar a reducir el aire que tragan. Si estás dando el pecho, tu médico puede ayudarte a ajustar las técnicas para que la lactancia sea más cómoda.

7. Experimenta con otros trucos para calmar al bebé
Un paseo en coche, un paseo en el cochecito o un suave balanceo pueden ayudar a calmar a un bebé inquieto. A muchos pequeños también les reconforta chupar, así que prueba a ofrecerle un chupete. Y si nada más funciona, un baño caliente puede relajar tanto al bebé como a los padres.

8. Ajusta las técnicas de alimentación
Si otras técnicas para calmar al bebé no te ayudan, puede que merezca la pena probar a ajustar la alimentación, pero consulta siempre antes a tu pediatra. A las madres que amamantan a sus hijos, el pediatra puede sugerirles que sigan una dieta de eliminación de posibles irritantes, como los lácteos o los alimentos picantes. A los bebés alimentados con leche artificial, el pediatra puede recomendarles cambiar a una leche de fórmula más suave. Estos cambios no siempre son necesarios, pero pueden marcar la diferencia para algunos bebés con estómagos sensibles.

Cuándo buscar ayuda profesional
Si el llanto de tu bebé persiste a pesar de haber probado estas técnicas o si notas algún síntoma inusual (por ejemplo, fiebre, vómitos o pérdida de peso), consulta inmediatamente a tu pediatra.


Los episodios de cólicos del lactante no suelen ser signo de un problema médico, sino una parte normal del desarrollo del bebé. No obstante, si el llanto de tu bebé te parece excesivo o te preocupa su salud, es importante que consultes a un pediatra para descartar otras posibles causas. Cuando se trata de cómo calmar a un recién nacido con cólicos, la combinación de técnicas calmantes con orientación profesional puede marcar la diferencia. Recuerda que no todos los métodos funcionan siempre: la paciencia y un poco de ensayo y error son la clave para encontrar lo que reconforta a tu pequeño.

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