Al convertirse en padres primerizos, cambian muchas cosas, incluida la forma de celebrar la Navidad. Las Navidades son una época maravillosa del año, pero también pueden ser muy estresantes, sobre todo cuando se añade un bebé a la mezcla. En el blog de hoy, nosotros, el Equipo Tula, compartimos algunas de nuestras experiencias personales sobre cómo pasar unas fiestas tranquilas con niños pequeños.
Robin del equipo alemán. Tómate las cosas con calma
Como en cualquier otra fiesta o acontecimiento, te sientes presionado para que la Navidad sea "perfecta". Hay muchas cosas que te sientes obligado a hacer, como preparar una gran comida, hacer fotos familiares delante del árbol de Navidad o llamar a todos tus parientes. La Navidad puede convertirse fácilmente en una carrera de una cosa a otra y olvidarse de lo que realmente debería ser: pasar tiempo en familia. Cuando planees qué hacer en Navidad, pregúntate siempre "¿realmente quiero hacer esto o sólo siento que tengo que hacerlo?". Si, por ejemplo, no te importa tener un árbol de Navidad, no tienes por qué comprarlo. Si de algún modo te equivocas al hacer la cena de Navidad y acabas descongelando una pizza, será una gran anécdota familiar que contaréis durante años.
Laetitia del equipo francés. Habla abiertamente con tu familia
Es estupendo tener una gran familia a tu alrededor. Pero es difícil decidir con quién vas a pasar las fiestas. En un mundo ideal podrías visitar a unos abuelos el primer día de Navidad y a los otros al día siguiente. Pero hoy en día muchas familias están repartidas por distintas partes del país o incluso por todo el mundo. En este caso, intenta tomar una decisión sobre dónde vais a pasar las Navidades con un par de semanas de antelación. Y asegúrate de comunicar tu decisión a tu familia con antelación, para que nadie se sienta decepcionado. Otra cosa que deberíais discutir abiertamente es qué regalos hacer a los niños. Elabora una lista de deseos de cosas que creas que tu hijo podría necesitar/utilizar REALMENTE y compártela con tus familiares. Es muy comprensible que todos los abuelos quieran hacer felices a sus nietos y hacerles los regalos más increíbles, ¡pero MENOS ES A VECES MÁS! Así que no está mal decir NO a sus planes de regalos y reorientarlos hacia algo más razonable.
Marta del equipo polaco. Consigue un regalo especial
Cuando es tu primer hijo quieres darle todo lo que hay en el mundo y la Navidad se convierte en una buena oportunidad para ello. Intenta no comprar demasiadas cosas en especial, el bebé es demasiado pequeño para entenderlo. Mejor piensa en un regalo especial que le acompañe toda la vida. Y otro consejo muy importante para cuando tu bebé haya empezado a gatear: ¡No cuelgues adornos en la parte inferior del árbol de Navidad!
Anica del equipo francés. Escucha tus necesidades y las de tu hijo
Como padres primerizos, es posible que aún estés tratando de descifrar todas tus rutinas, ahora que los horarios de las siestas y las comidas son de repente una cosa. Y la Navidad no es una excepción. Hay muchas probabilidades de que acabes lidiando con un bebé despistado, mientras quieres preparar la cena de Navidad. Asegúrate de mantener tus rutinas normales incluso durante toda la agitación navideña. Si crees que celebrar la Navidad con un montón de familiares y actividades sería demasiado estresante, no hay nada malo en tener una celebración discreta sólo para ti, tu pareja y el bebé.
Cuando tus hijos son un poco mayores, es más fácil participar en las grandes reuniones familiares. Pero cuando toda la familia se reúne para comer y charlar, los niños pueden aburrirse. (Quiero decir, ¿por qué alguien se sentaría de buena gana a hablar durante horas?) Para mantener a los niños entretenidos, es divertido tener a mano un par de juegos familiares. Uno fácil de jugar es el "juego de la frente", en el que cada uno escribe el nombre de algún famoso y se lo da a otro, que debe adivinar qué famoso es. Si juegas con niños, puedes cambiar el juego por adivinar un animal o un personaje de un libro o una película. Y si aún quieres más juegos, puedes incluso convertir la apertura de regalos en un juego. Un ejemplo sería hacer que todos formaran un círculo y tiraran el dado por turnos. El que saque un 6 abrirá uno de sus regalos. De este modo, cada regalo recibe la atención que merece.
Priscilla del equipo de EE.UU. - No hagas demasiado
Esa primera Navidad puede parecer muy especial, pero aún estás aprendiendo y navegando por la paternidad y la vida posparto. Así que, aunque quieras celebrarla, permítete mantener tus actividades navideñas sencillas y mínimas. Sé indulgente contigo misma y recuérdate que tendrás muchas Navidades futuras para hacerlas espectaculares.
Ahora que ya tienes todo listo para las vacaciones, no queda más que desearte ¡UNA FELIZ, FELIZ NAVIDAD!