@polozna_mamaga
blog invitado escrito por Agnieszka Zugaj - matrona con experiencia
En efecto, se puede escribir mucho sobre la lactancia materna. El tema es complejo y las investigaciones en curso descubren más secretos sobre la lactancia.
Para muchas mujeres, es una forma natural e intuitiva de alimentar a su bebé. Sin mayores problemas, pueden amamantar durante todo el tiempo que deseen en armonía consigo mismas y con su bebé.
También hay mujeres que luchan por cada gota de leche. Cuando el embarazo ha terminado mucho antes, por cesárea, o han surgido otros problemas que dificultan el inicio adecuado de la lactancia.
He aquí algunas formas de ayudar al comienzo del viaje de la leche y de facilitar la lactancia.
1. Educación
La preparación teórica es una base sólida para tu lactancia. Puedes tomar clases en una escuela de preparación al parto o reservar una cita individual con una comadrona.
También hay muchas guías de lactancia en el mercado, pero presta atención al año de publicación y al autor. Obtén tus conocimientos de fuentes actualizadas. Lo que se recomendaba hace unos años, a la luz de los conocimientos actuales suele desaconsejarse.
Un buen ejemplo de ello es la recomendación del té de hinojo tanto para la madre lactante como para el bebé. Nuestras abuelas y madres nos recomendaban el té de hinojo como algo bueno. El documento de posición de la ESPGHAN (Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas) recomienda dar ese té ¡como muy pronto después de los cuatro años!
2. Apoyo
Los procesos hormonodependientes (como la lactancia) son muy sensibles al estrés y a los niveles elevados de hormonas del estrés. Tu deseo de alimentar a tu bebé es crucial, pero sin apoyo o si tus allegados no tienen los conocimientos adecuados, el proceso puede verse alterado.
Por tanto, rodéate de personas que te apoyen, edúcales si es necesario (puedes pasarles artículos o pedirles que lean un libro sobre el tema). Los comentarios sobre el tamaño de los pechos y la capacidad de alimentar al bebé, sobre la poca o demasiada grasa de la leche materna y muchos otros no deberían tener lugar.
Lo que una mujer que amamanta necesita por encima de todo es apoyo y ayuda adecuada, de acuerdo con los conocimientos médicos actuales. Pueden producirse crisis, es importante que no te quedes sola con ellas.
3. Inicio precoz de la lactancia
El cuerpo de una mujer se prepara para la lactancia ya al principio del segundo trimestre, pero cada vez hay más informes de todo el mundo que hacen gran hincapié en llevar al bebé al pecho por primera vez lo antes posible. Si has dado a luz de forma natural, amamanta a tu bebé en la primera hora tras el parto. Coloca a tu recién nacido sobre tu pecho desnudo sólo con un pañal y tapaos juntos si es necesario. Deja que tu bebé te conozca a través del tacto y el olfato. El gateo del bebé es la forma que tiene el recién nacido de desplazarse para llegar al pecho, y es muy importante permitirle que haga esta "exploración".
Si has dado a luz por cesárea, puedes plantearte extraer el calostro manualmente antes de la operación y pedir que se lo den a tu bebé después del parto.
El método canguro tiene un efecto muy positivo sobre la lactancia, no sólo en las primeras horas tras el parto, sino durante todo el puerperio e incluso más tiempo. Pide ayuda para la primera lactancia, te recomiendo la posición biológica: es cómoda tanto para la mamá como para el bebé.
4. Diagnóstico adecuado del problema
Si surgen problemas, recuerda que no debes rendirte enseguida. Ya sea al principio del viaje de la leche o al cabo del tiempo. Diagnosticar correctamente el problema es esencial para resolverlo. En caso de problemas de lactancia, merece la pena examinar tanto al bebé como a la madre para encontrar la causa de la dificultad.
La decisión de dejar de amamantar debe corresponder a la madre y al bebé. En la sociedad y en la comunidad médica siguen existiendo muchos mitos sobre la necesidad de dejar de dar el pecho. Si te encuentras en una situación problemática, pide apoyo. En Internet hay una lista de asesoras de lactancia certificadas y de asesoras de lactancia internacionales. Seguro que consigues ayuda en tu ciudad y, si no, considera una consulta online. Es una opción muy buena para obtener ayuda. Hay grupos de apoyo en muchas redes sociales donde también se recomiendan especialistas.
5. Ropa de lactancia
La ropa de lactancia puede parecer un gasto innecesario. Yo también lo pensaba cuando amamantaba a mi primera hija. Es cierto que con (casi) cualquier prenda el bebé puede acceder al pecho, sólo que a veces resulta bastante molesto. Esto es especialmente cierto si das el pecho a menudo en lugares públicos.
Cada vez hay más empresas en el mercado que crean productos dedicados a las mujeres que dan el pecho. Bonitos, funcionales, para aumentar tu comodidad durante la lactancia y minimizar la cantidad de piel expuesta. Con mi segunda hija, volví a trabajar muy rápidamente y a menudo pasamos tiempo fuera de casa. En estas situaciones, una camiseta o un jersey con cremallera oculta resulta ser una solución muy práctica.
6. Baby Tula
El portabebés Tula me acompaña desde el nacimiento de mi primera hija. La proximidad de los padres y el movimiento son muy importantes para el desarrollo del niño. Poder ajustar el portabebés al tamaño del niño para que tenga la posición correcta es muy importante para mí. Lo utilizaba prácticamente todos los días, ya fuera para un viaje rápido a la tienda o de camino a la guardería. Nos proporcionaba un tiempo extra de cercanía y hacía más llevadera la separación. Además, alimentar a un bebé en el portabebés Tula es realmente fácil y discreto. La proximidad, el movimiento, la posibilidad de alimentar, todo ello favorece el correcto desarrollo del bebé y facilita la vida de la mamá.